En la ruta, cada línea pintada cumple un rol fundamental para mantener la seguridad de todos los usuarios. Desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones se recuerda que respetarlas no es solo cumplir una norma, sino asumir una responsabilidad que protege vidas.
Las líneas continuas marcan los sectores donde está prohibido adelantar, especialmente en curvas, colinas o tramos de poca visibilidad. Ignorar esta señal aumenta el riesgo de accidentes, por lo que es esencial priorizar la seguridad antes que la prisa.
Las diferencias de color también tienen su importancia. Las líneas amarillas separan carriles en sentidos opuestos, mientras que las blancas lo hacen en la misma dirección. En ambos casos, la línea continua prohíbe el adelantamiento o el cambio de carril, y la discontinua lo permite solo si es seguro hacerlo.
Adelantar con seguridad y prudencia
Las líneas discontinuas habilitan a adelantar únicamente cuando las condiciones de la vía lo permiten. Sin embargo, se trata de una maniobra que exige atención y prudencia. El artículo 60 de la Ley Nacional de Tránsito establece que solo puede realizarse cuando no represente un peligro. Además, está prohibido en curvas, cruces y zonas riesgosas.
Al sobrepasar a otro vehículo, es fundamental verificar que el carril contrario esté libre y con buena visibilidad, señalizar la maniobra correctamente antes de iniciar y al volver a su carril, y completar el adelantamiento de manera rápida y segura. Respetar el orden en fila y colaborar con el tránsito también marca la diferencia para prevenir incidentes.
Fecha: 3 de octubre de 2025